jueves, 3 de abril de 2014

No era un GNB, era de la FANB y era mi amigo.


Siempre nos hemos hecho la misma pregunta... Son todos los Militares Chavistas? Algo que muchos jamas hemos creido y aquí les dejo la respuesta plasmada por una Merideña que supo conseguir la verdadera respuesta. 

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“A estas alturas del partido, parece como si en Venezuela lo primero que se devaluó fue la hermandad, el querernos los unos a los otros, lo primero que perdió el valor fue la humanidad. Y después que uno ve tanto, que escucha tanto, que llora tanto... Cómo poder seguir creyendo cuando toda la esperanza te la han arrebatado?

Soy joven, estudiante universitaria, sin ningún partido político pero opositora a este régimen y manifestante y una mañana hace no mucho me despertó mi celular por las llamadas insistentes de mis vecinos, cuando atiendo, me piden que vaya de inmediato a la avenida, "Nos están atacando" me dijo; así que fui corriendo con mis armas de construcción masiva: Mi pincel, una hoja y pintura.

Cuando voy llegando a donde solía estar nuestra barricada veo una tanqueta (o carro blindado, como prefieran) atravesar la calle y salgo corriendo, veo a mis vecinos reunidos y pregunto qué pasa? Ahí me entero que desde tempranas horas de la mañana una cantidad absurda de policías, guardias nacionales, 2 tanquetas, la ballena y unos camiones decidieron visitarnos y quitar nuestra barricada. Un herido por un golpe de un policía, un disparo de perdigón al aire y muchos vecinos preocupados. Saco mis armas y comienzo la acción "Y LA PAZ?" decía mi pancarta y corro hacía donde están estos oficiales. En lo que llego una de las tanquetas comienza a andar y decido colocarme enfrente con mi pancarta (soy manifestante y radical, nunca he lanzado una piedra en mi vida, conozco una mejor forma de defenderme, soy capaz de arriesgar mi vida por un cambio en mi país), la tanqueta me esquivó y arrancó (sorprendente lo rápido que van esas cosas!) y corro a su lado, atravesándome ligeramente como podía pero se me escapó. No iba a darme por vencida, así que bajé corriendo de nuevo a donde estaban los oficiales, primero me habló un policía de muy, muy mala gana, pero mi objetivo se cumplió así que me dirigí a donde descansaban sentados unos GNB, como siempre en silencio, mirada fija y cartel en alto. No pasaron ni tres minutos cuando uno me llama y me pide que me siente y conversemos. Eso hice:


Así conocí al Sargento Miguel Antonio Parra.
Por qué será que los buenos siempre son los primeros en irse?

Me dijo "Todos queremos la paz pero, qué es lo que está pasando, cuéntame por qué protesta la gente de arriba, por qué vienes tu con ese cartel y por qué tienen esas barricadas?" Y eso hice, el señor, tan pero tan increíble, que me pidió una hoja, pidió un lapicero a uno de colegas (quienes debo admitir tardaron, TARDARON en darselo) y comenzó a escribir "Por qué la gente protesta?", ajá hija, cómo te llamas? "Lulú", ajá Lulú, dime.
* INSEGURIDAD, Mérida blah blah blah....
* ESCASEZ, cómo es posible que blah blah blah.
* INFLACIÓN, yo soy joven y aspiro a un mejor futuro pero blah blah...
* IMPUNIDAD, te secuestran, roban, matan y aquí como si nada...
* CORRUPCIÓN, todo depende de a quién conozcas.
* CENSURA, hace unas semanas Señor que me amenazó un policía, me empujó y golpeó a mi hermano por colocarme yo en silencio frente a la sede policial con una pancarta:



Me escuchó, anotó TODO tal cual como se lo expresaba, cuando le expliqué el por qué de las barricadas me dijo "Aquí todos saben quienes son los Tupamaros, cómo es posible que no estén presos?, Vamos a organizarnos Lulú, tu me dicen quién es Tupamaro y yo lo arresto y lo reviso ya mismo"... "Pero aquí no hay ninguno, están uds, ellos viven en ...." "Pues hablaré y vamos a ver cómo hacemos con esa gente porque TODOS me han hablado de ellos"

La cosa es que no sólo me eché a llorar repetidas veces sino que me calmó en cada una de ellas, anotó mis quejas, anotó las razones de las barricadas y hasta me pidió mi número. Yo le dije "Tu estás loco? Va y me fichas después" y me dijo "Lulú, tu no quieres paz? Cómo la tendremos si no podemos confiar ni entre nosotros" y ahí me jodió y lo mire raro, así que me quitó la hoja donde estaba mi pancarta y escribió el suyo "Ves, yo te di el mío, puedes confiar en mi, no te haré nada" y anoté el mío en la hoja donde él escribió los problemas de la comunidad.



Me mostró cómo es su uniforme "Mira Lulú, esta vaina no para una bala" (maldigo ese uniforme, tu debiste ser el primero en tener un chaleco). Me mostró los tiros que tenía la tanqueta donde él transitaba. Las armas que usaban y hasta pude conocer los perdigones y bombas lacrimógenas sin tener que correr por ello. Me dijo "Uno tiene que defenderse" y yo le expliqué mi teoría sobre las protestas (La teoría creacionista del Caos pero referente a las protestas) y le dije "Las balas no salieron sino hasta una semana (por lo menos en mi ciudad), si no hubiesen tumbado los portones de las residencias, baleado casas, insultado a través del parlante de la tanqueta esto NUNCA hubiese sucedido" y me dio toda la razón, me explicó que ellos recién llegaban a Mérida, la situación en la que andaban, con poca ropa, sin poder lavar, comiendo mal, durmiendo mal, duchas escasas y para más, los Merideños que eran los educados y amigables los reciben a coñazos. Le expliqué que vino en mal momento y mal vestido (uniformado) pero que cuando pudiese salir como civil él y yo daríamos un paseo por la ciudad y le explicaría todo.

Les digo que era tan pana pero tan pana, que le dije que en Carnavales quise protestar en traje de baño con una pancarta frente a la ballena y que no lo hice porque mi mamá no confía en los uniformados (ni yo) y dijo que podían agredirme. Migue me dijo que si le conseguía un traje de baño nos bañabamos con ella ahorita mismo.

Chamo, hablamos de todo... Les puedo decir que ese hombre me conocía y eso que sólo fue una mañana... Le dije que si algún tupamaro llegaba a agredirnos por la noche, yo misma sería la primera en levantar la barricada y que se acordara de mi cara, porque al que tendrían que bajar a golpes del camión sería a mi. Me pidió que si eso sucedía lo llamara de inmediato, a cualquier hora y me prometió que el haría algo al respecto, pero que nos protegería. Le dije "Confiaré en tu palabra hasta que me demuestres lo contrario". Viste cómo es Dios chico, que ni te dio el chance de que un día yo pudiera estar molesta contigo!

En eso los llaman para que suban al Centro Comercial y yo le dije "Lo siento mucho pero allá arriba hay un montón de gente asustada, déjame hablar con ellos". Eso hice y les expliqué, mis vecinos dudaban pero subió el pelotón. Me advirtieron "No te dejes engañar, ellos son malos, te hablan bonito pero te volteas y disparan... Ellos torturan a los jóvenes, a otros los asesinan, ellos no son humanos Lulú, están entrenados para eso" Así que decidí usar nuestro nexo como amenaza. Me acerqué a ellos y le dije "Yo estaré con ustedes, a donde vayan, mientras estén aquí, el tiempo que estén acá. Porque allá tengo gente desconfiada y asustada y no permitiré que nada malo le pase a esa gente. Ustedes verán pero si se les ocurre disparar, primero tendrán que dispararme a mi". Migue me ofreció asiento, sacó un cigarro, le pedí uno y seguimos echando cuentos. El pobre, con hambre y alergia a morir, con tantas picadas que ni pa' saber qué era lo que tenía. Así que baje a la farmacia, le compré alcohol, algodón y loratadina (para la alergia), le expliqué cómo la iba a tomar, se limpió las picadas (se bañó con alcohol realmente) y en eso llegaron un par de vecinos a hablar con ellos.

(Inserte aquí los mismos problemas que vivimos TODOS los Venezolanos más el abuso policial, complicidad con los cuerpos delictivos, etc)

Luego de que todos hablaron, Migue me invitó a almorzar (a mi y a mi hermano), rechazamos la oferta. Sabían que ellos pagan su propia comida?, bueno, él se llevó a otro que iba a almorzar y a mi una señora me dio unos jugos, uno para él y uno para mi. Así que fui a donde estaba comiendo para darselo. Me pidió que me sentara, insistió en que comiera y como dije que no me dijo "Bueno pero prueba este pasticho, está buenisimo" y les digo, ellos COMEN porque el bocado que me dio fue enorme. Sí, estaba bueno el pasticho. Llegó mi hermano, luego mi otro hermano, hablabamos los 5... Migue me contó de su hijo, resulta que estudia lo mismo que uno de mis hermanos. Me mostró los mensajes de su esposa, me dio su opinión al respecto de la situación del país y su descontento con todo lo que pasa. Mi hermano le mostró unas fotos y vídeos y me dijo "Hay que ver cómo hacemos que todos lo vean, allá dentro no nos dejan ver nada, sólo el canal del Estado".

Fumamos otro cigarro, echamos cuentos y me despedí diciéndole "Me caes muy mal! Porque yo odio a los uniformados, odio a la gente que tiene ese mismo uniforme pero a ti no, ni a ti (refieriendome a su compañero), no permitan que unos delincuentes ensucien ese uniforme. Háganme creer en los cuerpos de seguridad del Estado. Habla con los que sabes que actúan mal" y me dijo "Todos los que están conmigo son como yo, aquí ninguno abusa de su posición" Y me fui.

Comí y volví para la Asamblea de Vecinos y Migue seguía ahí, lo salude y me reuní con la gente. Hasta que una señora dijo "No podemos discutir nada al lado del enemigo" y le quité la palabra para decirles "Ellos NO son el enemigo. El enemigo es el Estado, no se dejen confundir" En eso se inició una pelea, muchas me apuntaban de inocente, señalaban, criticaban y me partí en llanto al llegar a casa, le explicaba a mi familia "Ellos son buenos, sí hay malos pero si yo estoy pidiendo humanidad, si les estoy pidiendo que recuerden que soy como ellos, venezolana, por qué los voy a mal tratar?" No, yo siempre apostaré a la humanidad del individuo.

Desde ese día decidí no reunirme con los vecinos, protesto a mi forma, si veo una actividad me uno pero ya no participo en las Asambleas, al final, no me conocen, me juzgan y desde entonces muchos me miran mal pero, yo sé lo que ha pasado, sé lo que han hecho los de su mismo uniforme pero él me dio su palabra y hasta que no la rompa, no seré mala con él (ellos).

Migue me escribió seguido esa semana, siempre preguntando cómo estaba yo y cómo estaba la comunidad. Siempre le respondía lo que acontecía, cómo me sentía y el volvía a preguntar "Y TU CÓMO ESTÁS?", no lo dejé hablar lo suficiente, pero quedaron unas cervezas pendientes, cuando terminara todo esto y el Gobierno finalmente asumiera sus responsabilidades, él y yo y los muchachos que quisieran íbamos a pasear por Mérida y conocernos como civiles. Alguien me quitó esa oportunidad y seguramente ni tenía idea de quién era al que apuntaba.

Ayer me entero que asesinaron a un GNB en la parte de arriba de La República Independiente de Las Américas (Av Las Américas antes de las protestas), yo lo conocí en el otro extremo de la república, supongo que hay distintos gentilicios a lo largo de la misma.

De una le escribí "La gente se alzó, quemaron el apartamento de una dirigente estudiantil. Ten mucho cuidado". No respondió pero él siempre respondía tarde así que bueno...

Hoy le vuelvo a escribir "Migue, cómo estás? Ando en el centro y tu?"
Y recibo la llamada más triste que he recibido en mi vida (nunca antes me habían matado a un pana) "Hola, eras amiga de Miguel Parra en Mérida?" -"Sí, Quién es?" "(no entendí bien) A él lo mataron ayer, estamos en Colon para su entierro"
Se me fueron las luces, comencé a toser, temblar, llorar "Yo si supe de eso pero no sabía que era él..."
"Yo leí tu mensaje pero no te avisé al momento, se me pasó. Lee la prensa"
Creo que se cayó la llamada, no recuerdo, sólo sé que comencé a llorar en mitad de la calle.

Salí corriendo al primer kiosko y compré el periódico, lo abro y en efecto. Fue él.
Por qué será que los buenos siempre son los primeros en irse?

Conocía muy poco de él, lo suficiente como para decirles que era mi pana, que le tenía cariño, aprecio, admiración, que me preocupaba por él y por sus colegas.
Yo no creo en las casualidades, entré a una tienda y me partí en llanto y la que atiende me dijo "Yo también conocía al oficial que mataron".

Tanta impotencia, tanto llanto, no pana... Así no son las cosas! No tuve ni chance de despedirme, nunca le di un abrazo siquiera... Coño, no!

Y luego recordé lo que él significaba para mi y lloré como sólo recuerdo haber llorado a mi abuela difunta. Él fue exactamente lo que yo rogaba en esos días, una muestra de que en el mundo aun existe humanidad en las personas.
Me hizo creer en la gente, en la bondad de los extraños, en la palabra de alguien... Me recordó que no todos son malos y que sí, en efecto, hay unas lacras con uniforme pero que abunda más bondad y ganas de cambio que maldad.

Recuerdo que le dije "Si siguen matando a estudiantes... La cosa se va a poner cada vez más fea" y me dijo "Qué, por cada estudiante muerto, un verde muerto?"
Y le dije "NO, así no son las cosas, sólo, todo será más tenso"

Si quien disparó creyó en eso le digo que nuestros caídos, TODOS, no nos doleran menos por la sangre de un uniformado y que no existe mejor venganza que el perdón.

Aquí iba escribir todo lo injusto que es esto, el dolor tan inmenso que siento, me quitaron una luz, Venezuela cada día es más oscura, hasta cuándo?
Pero luego recordé que no se llora a los muertos, se celebra quienes fueron en vida.
Y ese señor, sargento, uniformado, FANB, papá, esposo, panisima... Migue... No hay palabras que describan lo mucho que hiciste por mi y por Venezuela. Tu amabas tu trabajo, yo no entiendo cómo alguien puede querer ser parte de un ejercito pero él me explicó que cuando se inscribió las cosas no eran como ahora y que proteger a la gente siempre había sido algo que le gustaba.

Si llegan a agredirme alguna vez, si llegan a meterse con mi comunidad... Yo saldré a defendernos como sé hacerlo, con agallas y esperanza.
Porque usted señor me dio su palabra y yo confié en ella y confío, dijo que me protegería y sé que lo seguirá haciendo. A mi, a su familia, a sus amigos y a nuestra amada Venezuela.

Dios, aquí entre nos, no era necesario que te lo llevaras... Yo pude haber escrito esto sin que lo hicieras, pero supongo que querías también un poquito de Migue, y tienes razones... Era un ser humano increíble.

Dentro de tanto caos, tanto dolor, tanta sangre y lágrimas... Dentro de tanta oscuridad, inseguridad, pelea que cubre mi país hay pequeñas luces entre nosotros. Gente que nunca imaginamos conocer y que sin duda alguna, están ahí para recordarnos que sí es posible un mejor país, donde todos podamos estar tranquilos, que sí se debe creer, se debe creer en la gente... Porque si no, qué nos queda?

De tantos días de protesta he aprendido tanto, conocido a tanta gente y te llevaste a uno de mis favoritos; porque no sólo era tremendo tipo, sino que era tremendo tipo uniformado y en estos momentos, mucha gente necesita conocer a los que son como era él; porque unos cuantos bastardos han ensuciado el nombre de las instituciones que deberían resguardarnos pero eso no significa que ahí dentro no existan quienes realmente amen su trabajo, crean en la ética, tengan valores y consciencia.

Moral y luces son nuestras primeras necesidad.
Y aunque te llevaste una de las luces que alumbrara mi oscuridad en este país; me recordaste que aun existen valores, gente que respeta a los demás y que cree en la gente, en que existe la bondad y hermandad.

Señor Miguel, disculpe que lo llame "Migue", pero es que usted era mi pana.
A sus familiares, mi más sentido pésame y creo que lo más que puedo hacer por ustedes en estos momentos es escribir esto; disculpen lo largo pero es que los cuentos buenos merecen ser bien relatados.
A sus amigos, los envidio, yo quisiera haber compartido muchísimo más con él.
A los manifestantes, no todos los uniformados son malos, no se ensucien las manos de sangre y pena. Luchemos por Venezuela con la frente en alto y que sean nuestras esperanzas el arma con que ganemos esta triste guerra.
A los que piensan diferente, yo tampoco les pido que piensen igual pero por favor, que eso no les haga olvidar que detrás de esa bandera, hay una persona que de seguro te encantaría conocer.
Y al Gobierno... Tremendo tipo se les fue de la FANB, cuántos más quieren? Dejen las armas, revisen a los que lo están haciendo mal. Muestren justicia y así podremos comenzar a hablar.

A su hijo en especial. Pana, cuando necesites algo, lo que sea, llámame y aquí te resuelvo. Tu padre era tremendo tipo y de eso no hay duda pero debo recordarte que dentro de tanto repudio a las instituciones, tu padre no será otro del montón. Él creía en la ética, sus valores bien puestos, militar ejemplar, de verdad, cuando escribieron la misión y el código de ética del militar, lo hicieron pensando en tu padre.

A TODA VENEZUELA, ÉL, ESTE SEÑOR, ERA LA VIVA REPRESENTACIÓN DE LO QUE SOMOS LOS VENEZOLANOS. NO INTENTEN CAMBIARLO. NO DEJEN QUE NADA NI NADIE LOS CAMBIE. NOSOTROS SOMOS HERMANOS, CREEMOS EN NUESTRA GENTE Y ESO DE OJO POR OJO, ESO DE ODIO, ESO NO VA CON NOSOTROS.


Sargento Miguel Antonio Parra fue un HONOR conocerlo.
Siempre tendrá TODO mi respeto.
Y aquí tiene, se acuerda que le dije que quería ser escritora? Cuando pueda pensar con mayor claridad, tendrá más de un verso dedicado a su ser.



Sé que un día, allá arriba nos beberemos la fría que quedó pendiente y celebraremos que el bien siempre vence contra el mal. Celebraremos a la humanidad. Yo buscaré cómo, pero la rescataré y usted tuvo mucho que ver en eso.

Ya volví a llorar... Pero es que entiendan. No era un GNB, era de la FANB Y ERA MI AMIGO Y ERA VENEZOLANO (oriental pa' más ñapa )



Seguiré en pie porque creo en un mejor país y usted fue prueba de que lo que yo sueño, lo que anhelo, es posible.
Que descanses en paz Migue, 24/03/14”


#ResistenciaVenezuela 
@GochosResisten

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